Destilador industrial para la recuperación y la reutilización del disolvente contaminado, empleado en operaciones de lavado y desengrase.
Para reciclar el disolvente, se aprovecha el principio de la destilación simple, que separa el producto contaminante (resinas, polímeros, pigmentos, pinturas, tintas, aceites, etc.) del disolvente original. La ebullición del disolvente tiene lugar en un hervidor con un resquicio de aceite térmico, recalentado mediante una o más resistencias eléctricas.
Los vapores resultantes se conducen a un condensador refrigerado por circulación de aire o agua. Una vez condensado el disolvente reciclado (apto para su reutilización) se recoge directamente en un recipiente.
En el caso de contaminantes líquidos, los residuos del proceso de destilación son descargados volteando el aparato. Para contaminantes sólidos se utilizan las bolsas "Rec-Bag", que evitan la manipulación del operador.
Las características del disolvente tratado no se alteran por este proceso, que puede repetirse de modo indefinido.